te arranco de los brazos del deseo
para arrojarte al fuego de la divinidad
solamente quema
hasta que ya no quema más
si puedo lograr aquello
mi alma florecerá
en una flor más bella
que el tiempo
y el lugar
una flor contorneada
por el espacio sideral
con estrellas en el pelo
y en los ojos siempre el mar
y planetas orbitando alrededor de mi cabeza
celebrando iluminados nuestra llegada a la encarnación.